lunes, 22 de marzo de 2010

NOTICIAS ENE-FEB-MARZ MIRI‏

MISIÓN RESTAURACIÓN INTERNACIONAL A.C.

MÉXICO. D.F A 21 DE MARZO 2010


PRESENTE:

AMADOS HERMANOS Y AMIGOS

ME ES MUY GRATO SALUDARLOS NUEVAMENTE EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SEGURO QUE NUESTRO BUEN DIOS DESEA SEGUIR BENDICIENDONOS, UNIENDONOS Y USANDONOS PARA LA TRANSFORMACION DE ESTA GRAN CIUDAD.

ME ALEGRA DECIRLES QUE EL PROYECTO DE MEGACITIES 2010 ENCABEZADO POR EL MINISTERIO INTERNACIONAL :YOUTH WITH A MISSION (YWAM) SIGUE ADELANTE, EN ESTE MOMENTO SE ESTAN YA CONFIRMANDO LOS EQUIPOS QUE CONFORMARAN LA SEGUNDA OLEADA DE MISIONEROS, DE LOS CUALES YA ESTAN PLANEANDO LAS ACTIVIDADES.

HASTA EL MOMENTO LA EXPERIENCIA DE LOS EQUIPOS HA IDO DE MENOS A MAS Y NO HAY DUDA QUE LA ESPECTATIVA DE ESTE PROYECTO ESTA CRECIENDO PODEROSAMENTE.

YA QUE TENEMOS CONOCIMENTO DEL ESFUERZO QUE ESTAS REALIZANDO LOS EQUIPOS, PASTORES, IGLESIAS Y MINISTERIOS DEL CUAL SOMOS INIVITADOS COMO (MISION RESTAURACION INTERNACIONAL) NIÑOS PARA CRISTO , DESTINO ETERNO Y PAYASOS CON MISIÓN. .

NOSOTROS NO PODEMOS QUEDARNOS ATRAZ, CADA VEZ ES MÁS CLARO QUE NO PODREMOS CUMPLIR LA META DE VER UNA CUIDAD TRANSFORMADA SI NO PERMANECEMOS UNIDOS Y TRABAJANDO EN CONJUNTO.

POR MEDIO DE ESTA CARTA DE NOTICIAS QUIERO COMUNICARLES EN PRIMER TERMINO QUE SIGAMOS ADELANTE EN ESTA HERMOSA TAREA QUE NOS AH SIDO ENCOMENDADA.

Y QUE LAS REUNIONES QUE HE TENIDO CON LOS LIDERES DE YWAM ,DIFERENTES PASTORES Y MINISTERIOS HA SIDO EDIFICANTE PARA PODER UNIRNOS COMO MINISTERIOS DE ALCANCE.

OFRECIENDO UNA GAMA MAS AMPLIA DE CRECIMIETO EDIFICANTE YA TENEMOS, VARIAS INVITACIONES CON LAS IGLESIAS Y PASTORES DE LA DELEGACION COYOACAN, CON LOS CUALES ESTAREMOS TRABAJANDO EN CONJUNTO CON ELLOS Y LOS EQUIPOS PARTICIPANTES QUE IRAN LLEGANDO PARA APOYARNOS.

SEGUNDO LOS PASTORES Y MINISTERIOS QUE ESTAN LEYENDO EN ESTE MOMENTO ESTE CORREO ,SE SUMEN AL PROYECTO DE MEGA CITIES 2010 Y SE HAN DE GRAN BENDICION YA QUE DIOS HA DISPUESTO ASI ESTE TIEMPO PARA PODER ACANZAR NUESTRA CIUDAD PARA EL REINO DE DIOS .

SI USTED ESTA LEYENDO ESTE CORREO LO INVITO A QUE SE SUME Y SEA RECEPTOR DE TODOS LOS BENEFICIOS DE ESTA OBRA.

"LES AGRADESCO ESTEN ORANDO POR TODAS LAS ACTIVIDADES A REALIZAR".

AGRADESCO MUCHO SU ATENCIÓN Y TIEMPO, RECIBAN UN ABRAZO CON MUCHO CARIÑO Y MI DESEO SINCERO DE VERLOS MUY PRONTO.

BENDICIONES


HNO L.M. URIEL CERVANTES SERRALDE
MISIÓN RESTAURACIÓN INTERNACIONAL A.C. MIRI
DIRECTOR
MEXICO D.F.

martes, 16 de marzo de 2010

jesús entendía el corazón del hombre, sabiendo que nos olvidamos de Dios en tiempos de prosperidad.

Cristo sabia que en tiempos de pena y calamidad, la gente esta obligada a mirar la eternidad. Sufrimiento, miedo, y tiempos difíciles maduran a la gente para escuchar y recibir el evangelio. Considera el contexto de sus palabras: “Al ver las multitudes…, porque estaban desamparadas… Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha,” (Mt. 9:36-37).

Esta verdad ha sido demostrada a través de la historia del pueblo de Dios. Moisés reprendió a su generación, diciendo, “Dios te dirigió. El aumento tu numero. Y te bendijo grandemente, dándote pastos verdes, miel, mantequilla, leche, ovejas, aceite y fruta. Pero tu te hiciste rico y te rebelaste. Tomaste en poca estima a la Roca de tu salvación y lo abandonaste.” “Pero engordó Jesurún, y tiró coces (engordaste, te cubriste de grasa); entonces abandonó al Dios que lo hizo, y menospreció la Roca de su salvación.” (Deut. 32:15).

Las Escrituras nos dicen que Israel fue rebajado después de esto. Pero, en su aflicción, ellos clamaron al Señor, y él los liberó: “Entonces clamaron a Jehová en su angustia y los libró de sus aflicciones” (Salmo 107:6)

Considera también el testimonio de David: Me rodearon los lazos de la muerte y los torrentes de la destrucción me atemorizaron. Los lazos del Seól me han rodeado, me tendieron redes de muerte. En mi angustia invoqué a Jehová y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo y mi clamor llegó hasta sus oídos.” (Salmo 18:4-6).

Problema, aflicción y perplejidad siempre han dado a luz un grito por ayuda. Este ha sido el patrón a través de los siglos.

Recuerdas lo que paso después que las torres gemelas cayeron en Nueva York: las iglesias estaban repletas. Hubo reuniones de oración en el Estadio de los Yankee. Lideres del Congreso se reunieron en los escalones del Capitolio en Washington, orando y cantando, “Dios Bendiga a América.”

Por un tiempo, Dios era el tema de la nación. El miedo y la aflicción habían obligado a la gente a pensar en buscar la verdad. Y eso suma la ley de la cosecha: MIENTRAS MÁS OSCUROS LOS DÍAS, MAS BLANCA LA COSECHA.

En Indonesia y Sri Lanka, islámicos radicales se habían negado a permitir extranjeros en su territorio. Pero después del desastre del tsunami, muchos abrieron sus puertas a trabajadores voluntarios cristianos. ¿Por que? Dios vio campos que estaban blancos y listos para cosechar.

El hecho es, ningún país esta cerrado a Cristo. Y ningún pueblo es inalcanzable. Ningún poder religioso en la tierra puede detener la cosecha. Por eso es que Jesús nos dice que no tengamos temor, aunque los montes caigan al mar.

Piensa en los eventos catastróficos de la reciente historia mundial. Los comunistas en Rusia pensaron que habían librado a su país de Dios. Pero Jesús les ha dicho: “Todo lo que hicieron fue ayudar la cosecha.”

Cristo esta vivo y viene en Rusia hoy.
China también trató de proscribir a Dios, solo para madurar una cosecha de millones de creyentes. Recientemente, la Ucrania salió de manos corruptas, y es dirigida por un hombre que habla de Cristo. El periódico, New York Times, ahora llama a Bielorrusia la nación mas dominada por el comunismo, sin embargo los cristianos están orando que su país sea el próximo.

¡Dios ha visto todos los campos como listos para cosechar!


UNETE AL PROYECTO ESTE AÑO DE MEGACITIES2010 PONTE EN CON CONTACTO CON NOSTROS COMO PODER APOYAR ALCANZANDO TU CIUDAD PARA CRISTO.

MEGACITIES 2010
TEAM DESTINO ETERNO
MISIÓN RESTAURACIÓN INT

martes, 9 de marzo de 2010

Es tiempo de cosecha

escrito por MIRI MISION RESTAURACION INTERNACIONAL

LUNES, 8 de MARZO de 2010

“Al ver las multitudes tuvo compasión de ellas, porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.” (Mt. 9:36-38).


Jesús declaró, “Los campos están listos y la cosecha es cuantiosa. Es tiempo de comenzar a cosechar.” En ese momento, comenzó la gran cosecha espiritual y final. Comenzó como una cosecha entre los judíos y los gentiles de la generación de Jesús. Y esta misma cosecha perdurara hasta que Cristo regrese.

Mientras leo este pasaje, me pregunto que habrá visto Jesús en su tiempo que le hizo decir: “La cosecha esta lista, ¿así qué es tiempo de cosechar?” ¿Vio el un despertar espiritual en Israel? ¿Había avivamiento en la sinagoga? ¿Estaban los sacerdotes volviendo a Dios? ¿Estaban siendo convencidos los escribas y Fariseos? ¿Que evidencia había que la cosecha estaba madura?

Los evangelios no revelan mucha evidencia de ningún movimiento espiritual hacia Dios. Si había algo, ellos mostraban lo opuesto. Jesús era burlado en las sinagogas. Los lideres espirituales de la nación lo rechazaban, cuestionando su integridad y divinidad. Un gentío religioso trató de arrojarlo por un precipicio. Y Cristo mismo se lamento sobre las ciudades de Israel porque no se arrepintieron ante su mensaje: “¡Ay, Corazín! ¡Ay, Betsaida! ¡Ay, Tiro y Sidón! ¡Ay, Capernaúm!”

En cuanto a las multitudes, ellos estaban envueltos en una desesperación caótica. Las Escrituras nos dicen, “Cuando él las vio… estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor.” Aquí había una sociedad temerosa, estresada y deprimida. La gente corría salvajemente, como ovejas dispersas, buscando ayuda dondequiera que la pudieran encontrar. Sin embargo, fue en este mismo punto de gran desesperación que Cristo declaró: “Los campos están maduros y la cosecha es cuantiosa.”

¿Crees que las palabras de Jesús acerca de una cosecha madura se aplican al presente? ¿Dónde vemos evidencia que los campos están blancos y listos para cosechar? ¿Están arrepintiéndose las naciones? ¿Hay un gran mover en nuestra sociedad? ¿Esta despertándose la iglesia organizada? ¿Están hambrientos por avivamiento los lideres religiosos, buscando a Cristo en forma renovada? ¿Hay un clamor por santidad en esta generación?

Con unas cuantas excepciones, no veo que tales cosas estén sucediendo. Sin embargo, nada de esto fue lo que movió a Jesús en su tiempo. Mas bien, él fue movido por la triste condición que él vio por todos lados. Dondequiera que él miraba, la gente estaba abrumada por la pena.

De hecho, mientras Cristo miraba sobre Jerusalén, él lloró. Sus lagrimas eran por la dureza y ceguera espiritual que veía. Aquí había un pueblo camino al juicio, sin paz, solo miedo y depresión. Y él profetizó sobre esta escena, “Tu casa será desolada.”

En realidad Jesús nos ofrece un cuadro de como serian los últimos días. Ahora, este periodo comenzó en su ascensión, y terminara solo cuando él vuelva otra vez. Estamos muy cerca a ese punto ahora. Y Jesús lo describió a sus discípulos cuando ellos le preguntaron que señales buscar. Ellos querían saber la condición de las cosas mientras los mismos últimos días se aproximaban.
Cristo contestó hablando acerca de hambrunas, terremotos, tribulaciones, naciones divididas. Falsos profetas y falsos cristos engañarían a muchos y llevarían a multitudes por mal camino. Creyentes serian odiados tan solo por mencionar el nombre de Cristo. Y el amor de muchos se enfriaría, con algunos cayendo por el incremento audaz del pecado y anarquía.

“Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Los hombres quedarán sin aliento por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque las potencias de los cielos serán conmovidas.” (Lucas 21:25-26). En resumen, Jesús esta describiendo aquí la generación más ansiosa, deprimida, y estresada de todos los tiempos.

Así pues, ¿están cumpliéndose sus profecías aun ahora, ante tus ojos? Piénsalo: esta generación esta llena de ansiedad y preocupación. Multitudes están atemorizadas mientras observan como se despliegan increíbles desastres: huracanes, terremotos, tsunamis, deslizamientos de tierra, y tornados. Naciones enteras tiemblan con temor sobre la amenaza de terrorismo. Y fallos cardiacos es el asesino numero uno en el mundo hoy.

Religiones falsas, falsos profetas y falsos cristos están llevando a muchos por mal camino. Millones están volviéndose al Islam, con nación tras nación infiltradas por los islámicos. Tendrías que estar en negación total si tu no ves que todo lo que puede ser sacudido es sacudido.

En medio de todo este trastorno y tumulto, escucho las palabras de Jesús: “Los campos están blancos. La cosecha es cuantiosa.” Estoy convencido que él le esta diciendo a su iglesia, “La gente esta lista para escuchar. Este es el tiempo para creer por una cosecha. Ahora es el tiempo para que tu comiences a cosechar.”

Cristo es el Señor de la cosecha. Y si él declara que la cosecha esta lista, debemos creerlo. No importa cuan malvada se vuelva esta generación. No importa cuan poderoso parezca Satanás. Nuestro Señor esta diciéndonos, “Deja de enfocarte en las dificultades a tu alrededor. En vez de eso levanta tus ojos. Es tiempo para que veas que la cosecha esta lista.”


MISIÓN RESTAURACION INTERNACIONAL
PROYECTO MEGACITIES MEXICO 2010

únete para alcanzar a tu nación para Cristo.

jueves, 4 de marzo de 2010

¿Cómo restaura Dios?

¿Cómo restaura Dios?


escrito por mision rest int a.c.

martes, 2 de marzo de 2010

Cuando Dios restaura a alguien, sea una familia, un matrimonio, una persona, lo que Él restaura siempre se mejora, crece, se multiplica y, sobre todo, supera el estado de "arreglado"

Cuando Dios restaura mejora el estado anterior.
En el Nuevo Testamento restaurar se utiliza para dar la idea de algo dañado o roto que puede volver a usarse para lo cual fue diseñado;en el original( hacerlo de nuevo) pensémoslo en relación con el pasaje de Mateo 4:21 que habla de las redes rotas.

Una red rota no es útil para pescar, y restaurarlas significa que vuelven a ser de utilidad para la pesca. Para nosotros, ser restaurados implica que volvemos a ser de utilidad en el cuerpo de Cristo.

Solemos decir: "úsame, Señor, úsame para tu Reino, úsame para tu Iglesia." Y el Señor dice,: "pero así, roto, sin restaurar, no sos útil, debes restaurarte, arregla esa red, y después volverás a ser útil en mi servicio.

Cuando llegamos al Señor siempre lo hacemos llenos de barro, si nos arrepentimos, somos perdonados y comenzamos una vida nueva.

Luego viene el perfeccionamiento, que no es hecho por nosotros... ni es a fuerza de obra humana sino por gracia; la gracia de Dios.

Dice en Filipenses 1:6, que: "El que comenzó en ustedes la buena obra la perfeccionara hasta el día de Jesucristo". Jesús va a perfeccionar esto que inició en nosotros el día que llegamos a Él.

La palabra dice que la perfeccionará, o sea que va a llevar un tiempo. No dice inició la buena obra y ya está todo perfecto. No es así; la palabra nos enseña que
vamos siendo perfeccionados en un tiempo que, sin duda, es Su tiempo.

Cuando nos convertimos a Jesucristo, vamos renunciando a ciertas cosas que no sabíamos que al Señor no le agradaban; renunciamos a confiar en las prácticas de curar el empacho, tirar el cuerito, y a todas esas cosas que el Señor abomina.

Pero, qué sucede con las conductas o sentimientos que no podemos controlar, que quisiéramos deponer, pero que no podemos cambiar como: la ira, la agresión, los malos pensamientos, el estancamiento espiritual, el autoritarismo, la amargura, las respuestas agresivas u ofensivas, y otros tantos desatinos.

Quisiéramos renunciar a esta clase de actitudes y cambiar, pero no pasa nada; entonces nos preguntamos ¿qué está pasando conmigo? ¿de dónde provienen estas reacciones? ¿habrá alguna causa que me provoque actuar así?

Yo quiero agradar a Dios, quiero, realmente, poder tener una vida nueva con mi familia,… pero sigo enojándome, sigo sintiendo ira, digo palabras que luego lamento haber dicho, y entonces pregunto: ¿qué pasa, Señor, conmigo?

El Señor nos da una clave en el Salmo 19.12: ¿Quién esta conciente de sus propios errores? Perdóname aquellos de los que no estoy conciente.

Podemos hacerle este tipo de preguntas al Señor, podemos pedirle estas cosas al Espíritu Santo de esta manera: "Señor, no puedo entender por qué cometo estos errores. Yo no lo sé, el Espíritu de Dios lo sabe. Líbrame de lo que yo no conozco. Ilumina, Espíritu Santo, porque yo no sé lo que pasa, pero quiero ser librado de lo que a Ti no te agrada".

El Espíritu Santo va a alumbra el lugar oscuro donde están escondidas y guardadas las cosas feas, las que quedaron ocultas, las que están tapadas.

En una oportunidad hablé del sótano de la casa de mi infancia,… al cual yo nunca quería bajar porque era oscuro,.. húmedo,. lleno de telarañas, y siempre pensaba que ahí me iba a encontrar algún fantasma,…. algún monstruo.

Así es nuestro "sótano" interior, al que hay que bajar con la luz del Espíritu Santo, para ver qué hay en la parte más oscura, en la más oculta; ver qué es lo que nos hace actuar como nosotros no queremos.

Debemos encontrar esas cosas misteriosas a las cuales tememos, y no obstante están en nuestro corazón. Debemos llegar de la mano del Espíritu Santo, porque es mejor hacer este recorrido con EL que ir solos.

Podemos ver cristianos que no están en pecado, que son obedientes a Dios y le aman sinceramente, pero se sienten mal.

Pasan mucho tiempo en estado de angustia o tienen temores,.. ansiedad, problemas de relación en su familia: con los hijos o con los esposos; problemas de relación en los trabajos, problemas de relación en la Iglesia y entonces, ¿qué pasa?, ¿son cristianos, son obedientes, pero qué sucede? Sucede que hay sufrimientos y heridas que no los toca la conversión.

Con el primer paso de la conversión no es suficiente; hay heridas profundas, sentimientos que necesitan una curación especial por parte del Espíritu.

Algunos dicen: "Bueno, si usted sigue así, y todavía está triste y no anda bien su vida, será porque no ora lo suficiente, ore más, tiene que hacer más oraciones".
En fin, alabado sea el Señor si podemos orar más, pero con orar más, tampoco alcanza.

Otros dicen: "Lo que pasa es que usted no tiene fe, por eso las cosas no le van bien, tiene una fe muy débil".

O peor aún, se les crean demonios por todos lados: demonio de tristeza, demonio de angustia, demonio de depresión, y esto provoca mayor desilusión, porque no pueden entender los errores ocultos, se sienten aún más afligidos, terminan creyendo que realmente no están orando bien o que están poseídos.

Hay una enorme cantidad de personas que aman al Señor, que conocen las Escrituras y, no obstante, no pueden evitar aquello que hacen, dicen o piensan, como mentir,… tener ataques de ira o ser muy críticos de los demás.

Pablo en Romano 7:15 expresa claramente esta situación cuando dice: "No entiendo lo que me pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco".
"Yo no quería tratar a mis hijos de la misma manera que lo hicieron conmigo... Es algo que aborrezco, pero lo hago".

"Yo no quiero para mi matrimonio la misma relación que tuvieron mis padres, pero no entiendo por qué razón voy en camino a hacer exactamente lo mismo". Estas son algunas expresiones de este fenómeno que parece incontrolable e inexplicable.

Romanos resume esto que a veces les sucede a las personas, que no entienden por qué siguen viviendo cosas desagradables y siguen sintiendo emociones que no les gustaría sentir; por qué no se pueden llevar bien con los demás; por qué no pueden tratar mejor a las personas; por qué viven en un estado de ansiedad permanente.

Pero hay Buenas Nuevas. El Espíritu Santo es capaz de develar esta situación, si se le permite llegar al interior, a los recuerdos, a las emociones sin oponer resistencia.

Tiene que llegar a su interior, tiene que tocar sus recuerdos, tiene que alcanzar sus emociones.

Si las heridas del alma no reciben tratamiento adecuado, se infectan, se inflaman, provocan más dolor; enferman el espíritu, contaminan al resto, se dispersan y contagian a otros.

Una restauración se produce luego de una -a veces dolorosa- remoción.

Hay que estar dispuesto y dejar que Dios remueva lo que infecta nuestra vida.
Tantas veces una muela –cuya raíz está infectada- tiene como solución la vía "incomoda" de ser extirpada para que no vuelva a molestar ni a contaminar al resto.

Es cierto que, por temor al "tirón" o al hecho mismo de perder la muela, buscamos paliativos que son soluciones momentáneas.

En lo espiritual, esos paliativos suelen ser actos de religiosidad o sobre esfuerzos o "buenas obras" que puedan compensar lo que "hacemos y no entendemos".

Las heridas del corazón no hay que taparlas, tenemos un Dios que no nos avergüenza.

Delante de Dios podemos poner todo tal cual está, pero lo que no hay que hacer es tratar de tapar, decir: "Bueno, yo siento esto pero no, mejor dejémoslo. No hablemos del asunto. Prefiero no hablar. Esto es horrible. Mejor no acordarse".
Cuando una persona puede recordar en paz, cualquier cosa que le haya pasado en su vida, aún lo desagradable, es porque ha recibido sanidad, porque ha podido perdonar, porque está en paz.

Pero cuando alguien, para poder hablar de su vida, de su historia, tiene que dejar espacios en blanco que son innombrables, que son "irrecordables", es porque ahí algo pasó.

Y hay que llegar con el Espíritu Santo para que nuestra vida, nuestra historia sea tal, que podamos asumirla; podamos saber que hemos sido de determinada manera, que hemos conocido al Señor, que hemos tenido una familia en la que nacimos, que nos ha pasado tal o cual cosa.

Si no podemos dar testimonio de que, aunque hayamos sufrido, el Señor nos permite tener paz en nuestra vida, no le estamos siendo útil al cuerpo de Cristo.
Si vamos al médico porque tenemos una infección en el oído o en la garganta, es muy probable que el médico nos dé un antibiótico y diga: "Usted debe cumplir con el tratamiento. No se trata de que tome una pastilla y ya está curado. Puede llevar siete o diez días de antibióticos, no los interrumpa, para que pueda ser sanado".
Esta clase de curación es la del Espíritu Santo.

Nos dice: "Llegaste a mí, con esta herida, empecé a tratarla, deja que siga tratando, no huyas, no la tapes, con el solo hecho de que yo haya empezado a tratar esta parte de tu vida o este recuerdo, no quiere decir que ya estés sanado. Vas a iniciar un proceso en el cual yo te voy a ir sanando."

Pero por lo general, todos actuamos ansiosamente y queremos ¡ya!, ¡rápido!, ¡ahora!, una solución inmediata, un píldora y, sin más trámite, estar bien. Una oración y me sanaron de las heridas de toda mi vida.

Y el Espíritu Santo dice que él nos perfeccionará. La Sanidad Interior va a actuar gradualmente, la obra de sanidad que Dios hace en la vida de sus hijos es un proceso.

Hay que esperar. A veces no es fácil, pero hay que esperar. Dejar que el Señor haga su obra.
Muchas personas no dejan que Dios sea Dios.
Le voy a compartir algo que pasa muy frecuentemente por si a usted también le ocurre. Es muy común que los padres tengan luchas con los hijos; en la consejería pastoral le sugerimos a los padres que entreguen ese hijo al Espíritu Santo, que lo pongan en las manos del Señor y oren por él cada día:
"Señor, te dejo obrar en esto que yo no puedo. No puedo manejar lo que está haciendo mi hijo. Señor te lo doy. No quiero estar ansioso sobre él todo el día preguntándole qué hizo, con quién estuvo, dónde estuvo, qué pasó, por eso, te lo entrego a ti."

Es cierto que hay hijos que están comprometidos con cosas peligrosas, pero los padres deben día a día librar la batalla espiritual en oración y dejar que el Señor los cuide.

Sin embargo, esto no parece ser un trámite sencillo. A veces, los papás y las mamás no terminan de confiarle sus hijos al Señor y quieren estar controlándolo todo.

Hace un tiempo atrás hablaba con la madre de una joven que había estado con una depresión muy grave. Por mucho tiempo recibió tratamiento, y por supuesto, fue sanada; el cuadro grave de la depresión había pasado, pero cada vez que esta joven suspira o se entristece por algo, su mamá se pone tan ansiosa y tiene tanto miedo de que vuelva a enfermar, que quiere controlar cada gesto de su hija.
Esta actitud de la madre es totalmente contraproducente para la joven, la hace sentir insegura y termina deprimiéndose.

En confianza, pude preguntarle a esta mamá, que era una fiel cristiana, cuándo le iba a entregar su hija al Espíritu Santo y cuándo iba a dejar de controlarla para que la controlara Él.
Y ella me respondió: "Tantas veces se la di". Si tantas veces tuvo que dar a su hija al control del Espíritu Santo, quiere decir que muy convencida no lo hizo ninguna.
La cuestión aquí es si controla Él o controla usted. Él tiene el control o lo tiene usted.

Lo deja obrar a Él o usted se mete en el medio con su ansiedad, intentando hacer algo que no ha podido lograr en bastante tiempo.

Si le pidió a Dios por su hijo y se lo entregó a Él, déjelo que Él actúe. A veces nos ponemos tan ansiosos que no dejamos que el Espíritu Santo cumpla su obra. A veces nos ponemos en el medio y entorpecemos las cosas, porque estamos siempre apurados, queremos ver ese resultado ya, y esto habla de una confianza floja en el Señor.

Jairo llamó a Jesús, recurrió a Él, y dejó que Él obrara. Jairo era un padre que tenía confianza, que tenía fe en el Señor, y no se metió en el medio a decirle a Jesús nada sobre lo que pasaba.

En cambio, dejó obrar a Jesús, y su hija fue restaurada. Esta es la actitud que nos pide el Espíritu Santo. Una vez que Dios inicia la obra en su vida o en la de un ser querido, debe dejarlo obrar a Él.

Hasta aquí cargó con esto, y no pudo solucionarlo. Ahora déjelo obrar a Dios. Deje que Él sea Dios.

Dios te Bendiga Abundantemente.

URiEL CERVANTES SERRALDE
Misión Restauración Internacional
MËXICO CITY